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domingo, 3 de mayo de 2020
EL CANON, Guillory ( frag)
Canon
(John Guillory
Los críticos de la formación del canon han basado su caso en un hecho incuestionable: si uno le diera una mirada a la entera lista de los “grandes” autores de la Europa occidental – el canon – uno encontraría muy pocas mujeres, menos que no fueran blancos o aún menos escritores de las clases marginadas. Esto es simplemente una realidad. ¿Qué haremos con esto?
Claramente, estamos frente a algún proceso de exclusión, pero, ¿qué proceso? Tan pronto como comenzamos a pensar sobre este tema, estamos forzados a considerar sorprendentes hipótesis. ¿Puede ser posible que un gran número de obras buenas o excepcionales hayan sido escritas pero no hayan sido preservadas o canonizadas, porque sus autores no pertenecían a una clase acomodada, o eran blancos u hombres? Es posible recobrar hoy estas grandes obras de la oscuridad inmerecida? Los críticos literarios tienen amplio conocimiento de que la reputación de muchos escritores puede subir o caer a través del tiempo y por muchas razones complejas. ¿Es posible poner en correlación estos actos de valoración con categorías como género, raza o clase? Si esto fuera posible, entonces la historia de la formación del canon podría aparecer como un tipo de conspiración, un intento tácito o deliberado de reprimir la escritura de aquellos que no pertenecen a un grupo político o social con poder o cuyos textos no expresa, de una manera explícita o encubierta, la “ideología” de los grupos dominantes. Consecuentemente con esta hipótesis, muchos nuevos proyectos de investigación han sido llevados a cabo, los cuales han logrado recobrar un número de obras olvidadas. De todos modos, estas obras son menos de las que podríamos esperar, si verdaderamente fuera el caso de que los individuos o grupos excluidos hayan venido produciendo buenas obras literarias a lo largo de la historia de Occidente paralelamente a los autores famosos, canónicos. Volveré sobre este aspecto en un momento. En este punto tenemos que considerar con un poco más de cuidado el proceso de selección en sí mismo. ¿Cómo se vuelve canónica una obra? ¿Cómo se convierte en clásico? FIJENSE QUE AQUÍ GULLORY plantea la importancia de historizar, el canon como proceso histórico
Para muchos lectores y críticos, esta pregunta es muy sencilla de contestar, ya que dirán que muchas obras sólo son excepcionales,(aquí se pone de manifiesto una concepción inmanente de la literatura y es la línea más conservadora) y fueron simplemente reconocidas como tales. Uno puede mantener esta simple posición hasta el momento en que dos lectores inteligentes manifiesten su desacuerdo sobre una obra o un autor en particular. En este punto, ¿cómo podemos decidir quién tiene razón en el asunto o juicio? Aparecen distintas posibilidades. Podemos decir que los lectores no acuerdan respecto de los valores relativos de las obras porque las obras nunca pueden ser jugadas solamente por sus fundamentos “estéticos”, simplemente como obras de arte, lo que sea que esto signifique. Aquí un crítico contemporáneo podría decir que el proceso de canonización ha estado siempre determinado por los intereses de lo más poderosos,( ésta es la línea crítica, que Guillory llama liberal) y esta es la razón por la que las obras de las mujeres, negros u otros grupo no aparece en el canon. Ahora, déjennos imaginar, si nos permiten, la escena del juicio como si esa escena formara parte del debate entre aquellos quienes creen que la gran literatura sólo necesita ser reconocida como tal, y aquellos que quienes creen que el juicio es siempre parcial o fruto del prejuicio.
Para tomar este último grupo, parece ser que estos críticos podrían argumentar que las obras literarias son juzgadas por una especie de voto secreto y exclusivo; que una determinada elite se reúne para decidir cuáles obras serán canonizadas y cuáles no. Es inmediatamente obvio de esta escena imaginaria que si los que deciden pertenecen a una clase acomodada, son todos hombres y blancos, entonces, las obras que juzgan son buenas tenderán a reflejar su posición social y sus creencias. Pero, si otro grupo social participa de este proceso de selección, entonces el canon será genuinamente representativo; representará las identidades y los intereses de los diferentes grupos sociales que realmente constituyen la sociedad como un todo. De acuerdo con este argumento, entonces, uno nunca puede estar seguro de que el canon es propiamente representativo. Permítannos que llamemos a esta posición, comúnmente conocida como el argumento de “apertura del canon”, la crítica liberal del canon. Está basada en esencia sobre las bases de la democracia representativa, donde se supone que los desacuerdos serán resueltos en el seno de una decisión por consenso común que siempre procura garantizar los derechos de las minorías a su representación.
Más allá de esta crítica liberal, muchos nuevos programas y bibliografías han sido desarrollados y hoy nos son familiares a través de las innovaciones curriculares que representan los estudios de minorías, como los estudios de género o sobre los afro – americanos. Uno podría difícilmente desestimar los efectos benéficos de este desarrollo, no al menos, dado que los estudiantes se han desengañado respecto de la noción según la cual sólo ciertas personas pueden producir buena literatura o juzgarla. La crítica del canon ha forzado a los docentes a confrontar preguntas acerca de la enseñanza de la literatura que habían sido respondidas con mucha simpleza; si es que habían sido formuladas. No obstante, podemos todavía especular si la crítica liberal, transformando la escena de la conspiración en una escena de la representación, ha descrito adecuadamente el proceso histórico por el cual las obras se vuelven canónicas.
Guillory en realidad cuestiona los dos modos de estudiar el canon: 1) la línea conservadora: la obra es canonizada porque “tiene un valor en sí”: concepción inmanente. Y 2) La línea crítica.
Lo que el propone es historizar, estudiar el PROCESO por el que una obra es canónica.
Por supuesto esto no significa omitir el valor que puede tener una obra.
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